Nuestra Historia

Cuando Braylin tenía 4 años le diagnosticaron artritis juvenil, pero eso no frenó sus ganas de patinar sobre hielo. Aunque el patinaje es duro, ella enfrentó el desafío con mucho esfuerzo, ejercicios y la ayuda de su entrenadora. ¡Ahora brilla en la pista! Hoy quiere animar a otros niños con artritis a que no dejen de soñar y sigan sus pasiones. ¡Es increíble todo lo que puede lograr una niña!

Giovanna adora las muñecas. Para comprarse una que quería mucho, empezó a hacer y vender pulseras hechas por ella misma. Cuando supo que había niños que no tenían muñecas, decidió ayudar. Con la ayuda de su mamá, contactó con refugios y volvió a hacer pulseras para juntar dinero y comprar muñecas para regalar. ¡Y lo consiguió! Giovanna llegó a su objetivo y llenó de sonrisas a los niños de su comunidad. ¿Lo mejor? Ver la felicidad que una muñeca puede traer, igual que la que ella sintió con la suya. ¡Es increíble lo que puede hacer una niña!

Con sólo 7 años, Sloane ya sabe lo que significa devolver algo a su comunidad. Creó paquetes de ayuda para un hospital infantil local con el fin de ayudar a los padres de niños ingresados en la UCI. Los paquetes incluían tentempiés, calcetines, artículos de aseo y cambio extra para las máquinas expendedoras del hospital. Incluso hoy en día, Sloane sigue difundiendo la bondad en su barrio haciendo tarjetas de acuarela hechas a mano y kits de jardinería que entrega en mano a cada anciano en un centro de vida asistida. Es increíble lo que puede conseguir una niña.

Lorelai piensa que todos los niños deberían tener la oportunidad de jugar deportes, por eso hace todo lo posible para que sus amigos con alguna diferencia en los brazos o piernas se sientan súper bienvenidos. Ella forma parte de un campamento deportivo local que ayuda a estos niños a divertirse y practicar deporte. En su cole habla mucho sobre esta causa y organiza recaudaciones para que más niños puedan ir al campamento gracias a becas. Y eso no es todo: cuando conoce a otro niño con alguna diferencia, está orgullosa de hablar de su “pie especial”, porque eso la hace única. Siempre anima a que se unan al campamento y a celebrar lo que los hace especiales. ¡Es increíble lo que puede hacer una niña!

Cuando Berkleigh se enteró de que no había bancos de comida en su pueblo, se le ocurrió junto a su papá montar una despensa solidaria al lado de la carretera para ayudar a quien lo necesitara. Cuando la despensa estuvo lista, ella y su familia la llenaron con latas, verduras frescas de su jardín y cosas importantes para el día a día. Además, pusieron un cartel que decía: “Toma lo que necesites y deja lo que puedas.” Y pasó algo genial: Berkleigh animó a más gente a donar cada mes, y ahora hay más despensas en su barrio y en los pueblos cercanos. Lo que empezó como una idea pequeñita se convirtió en algo enorme. ¡Es increíble lo que puede hacer una niña!

Cuando Aubrey se enteró de que algunos de sus amigos tenían que ir a un centro especial para poder ver a sus familias, ella y sus amigas de las Girl Scouts quisieron ayudar. Hicieron una fiesta de cumpleaños de Girl Scouts y usaron parte del dinero para juntar cosas de cocina y armar bolsitas con mezcla para pasteles, sombreros de fiesta, tarjetas, velas, moldes para pasteles y más para regalar al centro. También vendieron galletas para comprar más cosas y se aseguraron de que muchas familias pudieran tener una fiesta especial cuando fueran a visitar. ¡Es increíble todo lo que puede hacer una niña!

Con solo 10 años, Kynzie ya está dejando huella en su comunidad. Durante la pandemia de COVID-19, entregó mascarillas para niñas en la guardería local, ayudó a preparar bolsas de regalos para bomberos y enfermeras, y empaquetó cestas de comida para familias afectadas por el cierre de escuelas. También participó en un evento de adopción local para rescate de animales, fue voluntaria en un centro de rehabilitación de vida silvestre y ayudó a recaudar fondos para niñas necesitadas a través de ferias de libros en su escuela y trabajos como actriz. ¡Es increíble lo que puede lograr una niña!

La confianza y la buena onda son súper importantes para todo lo que hace Maddy. Ella ayuda a la comunidad siendo voluntaria en campañas de juguetes, participando en grupos de lectura en el cole, preparando regalitos de Navidad para pacientes con cáncer, ¡y mucho más! Maddy sabe lo importante que es creer en una misma y participar. Por eso, se puso la misión de compartir eso con otras niñas, especialmente las que vienen de comunidades más complicadas. Organizó talleres para subir la confianza y invitó a 10 niñas a unirse a proyectos para mejorar su autoestima y manejar los nervios. ¡Hoy ya tiene más de 1,000 horas de voluntariado y varios premios por todo lo que ha hecho! ¡Es increíble lo que puede hacer una niña!

A Cora le encanta liderar con el ejemplo, por eso se unió a las Girl Scouts. Varias veces al año, ella y sus amigas llevan dulces y tarjetas hechas a mano a residencias de ancianos, donan comida a refugios, y en Navidad ayudan a la policía local a repartir juguetes y árboles para los niños que más lo necesitan. Cora también aprendió primeros auxilios y cómo cuidar nuestro planeta. Ha plantado árboles y flores en parques, donó el dinero que ganó vendiendo galletas para ayudar a reforestar, y ha participado en limpiezas de carreteras. ¡Es increíble todo lo que puede hacer una niña!

¡Millicent es una súper fan de los animales! Cree que la mejor forma de ayudarles es apoyando la naturaleza y enseñando a todos lo importante que son los animales. Millicent adora hacer voluntariado en centros de naturaleza y zoológicos cerca de casa. Ha ido a campamentos de caballos para ayudar a recaudar dinero para salvar caballos, adoptó a su perrita Mazie en un refugio local, hizo casitas para insectos y plantó flores y plantas para ayudar a los animalitos. Millicent quiere ser veterinaria cuando sea grande para seguir cuidando y protegiendo a todos los animales. ¡Es increíble lo que puede hacer una niña!

Cuando Aneesa supo que su hermano mayor tenía autismo, decidió que quería ayudar a otros niños con necesidades especiales en su comunidad. En los últimos 3 años, ha estado recaudando dinero vendiendo pasteles, diseñando camisetas y gorras, ¡y hasta juntando a sus amigos para apoyar la causa! También ayuda en el programa de bebés y niños pequeños de su cole, echando una mano en las clases. Aneesa sueña con ser profe de apoyo para niños con autismo cuando sea mayor, para seguir haciendo el bien. ¡Es increíble todo lo que puede hacer una niña!